PASTOR DE ALMAS
sábado, 5 de junio de 2010
GRACIAS MAESTRO, PERO… ¡JUBILATE!
Autor: Mario Manuel Montero Medina
¡Jubílate maestro, exijo!
Si a tu alumno ya no lo amas
poquito menos que a tu hijo.
Si estás aquí por lo que ganas.
Si es un vicio tu quincena
mucho más que el vicio de tu arte.
¡Vete! antes que la pena
me obligue, profe, a despreciarte.
Si sientes tú que la virtud
que ayer te otorgó la ciencia
se ha transformado en un alud
arrollando tu paciencia.
Si tus conflictos caseros
los desbordas donde vayas,
si castigas con esmero
al chiquillo que te falla.
Si calumnias al maestro
que es colega de tu templo,
si conviertes en siniestro
lo que es bueno como ejemplo.
Si no aceptas un consejo
que resuelva tu dilema
porque otro menos viejo
que te ayude causa pena.
¡Jubílate maestro, clamo!
No asesines ilusiones
y deja a otro en este ramo
nos contagie de emociones.
Cede el gis y la pizarra
al que aspira con fervor,
al que grita y se desgarra
por querer ser profesor.
Dale chance a ese novel
inaugure su discurso
y sus verbos de papel
cobren vida en este curso.
Su enseñanza es de nivel,
tu didáctica en desuso.
Vete a casa a descansar
y disfruta sin aprietos,
con tus hijos no podrás…
pero juega con tus nietos
Ya has cumplido tu encomienda
del principio hasta el final,
el que sigue que la atienda
que contigo va muy mal.
Cuando mueras tu epitafio
con elogios te dirá :
“Aquí yace un maestro sabio
que se supo retirar
cuando vio que por sus labios
no brotaba la verdad”
Y en tu tumba miles flores
nunca, profe, han de faltar
recordando con honores
que tuviste honestidad.
Mas si en cambio siempre insistes
tu docencia perpetuar
en tu lápida se escribe:
“aquí yace un maestro falso
que pensó que su salario
hasta al cielo iba a llevar,
con su bono, su aguinaldo y
Carrera Magisterial”
En tu tumba sólo una flor
algún día ha de llevar
aquel alumno desertor
que te quiso a perdonar.
¡Jubílate maestro, grito!
Te has ganado media gloria,
la otra media maestro lindo
ya depende de la historia.
Vete mi maestro viejo,
se acabaron tus sesiones,
te me has vuelto torpe y lento,
no me aprendo tus lecciones.
¡Adiós maestro! confirmo
que eres mi profe querido.
Me despido de ti. Firmo:
Yo…tu alumno preferido
.
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